Konbanwa~
El 30 de noviembre fue el cumpleaños de una persona muy especial para mí, muchos ignoran el blog o nunca ponen un comment pero ella nunca duda y lo hace, gracias! inmensamente gracias! :D! puede que no lo diga pero si no hubiera sido por tus primeros comentarios hace mucho me habría dado por vencida xD y hablo en serio u.u también fue quien me dio la valentía por salir a pelear por el regreso de Ryu, el cual no funciono (o eso creo), pero que tampoco es algo que se haya detenido para siempre x3!!
En fin! esta mujer fue mi primer amiga blogger :D!! Muchas Felicidades y espero la hayas pasado genial en tu cumpleaños :3!!
Te hice un fic por que, tengo una obsesión por Yuto en cuanto a los fics heteros, me parece el novio perfecto de escuela xD el fic esta un poco aburrido y es bastante malo en desarrollo pero es que no he sentado cabeza, últimamente me calcome la vida adulta -w- pero es lo que salió y este sería como el fic anterior "un nuevo estudiante" pero al revés, "la nueva estudiante" xD seguro querre hacer otro por que estos fics asi amor de escuela para mi valen oro *---*!! por el momento disfruta de este ^^)/
La Nueva Estudiante
Sus pies ya no daban más, gastó su último aliento y acabó en el piso.
El ruido de un cuerpo trastabillar contra el piso fue la clave para que el niño
se girara.
-¡Yumi
chan!—, se acercó a ella.
-No...
-Shhh Yumi chan—acarició la cabeza de la niña—. No hagas esto.
Yumi no dijo nada más y el niño la acompaño a casa. El árbol se movía con el
viento y las hojas caían. Yumi
miraba cada hoja con gran entusiasmo, y luego su mano apretada con la de su
amigo.
-Cuando vuelvan a caer las hojas de los árboles, ¿vas a volver?
El pequeño miro a su amiga.
-Si.
Enseguida la niña se puso a saltar.
-Detente, detente, vas a caer de nuevo—, decía pero no podía detenerla
-Pero onee chan, tu sabes cuánto me gusta
saltar sobre las hojas—, dijo y dando un puechero continuó:—, si onee chan no
regresa para esta temporada, yo...
Como la niña comenzaba a llorar nuevamente,
su amigo lo abrazó.
-No llores, cuando yo prometo algo, nunca
olvido.
Pasaron doce años de eso, Yumi ya estaba en
secundaria y se dedicaba a terminarla para poder ir a la universidad, estaba
muy bien acoplada en un colegio llamado Seishun Gakuen, tenía notas muy buenas.
-¿Van a enviarme a un nuevo
colegio?—parpadeaba de solo pensarlo, su preceptor* la miraba con alegría y
desconsuelo a la vez.
-Si, tus notas son muy altas y estamos
seguros que ahí te irá muy bien y hasta mejorarás, eres buena en matemáticas
¡más de lo que pensábamos!
Yumi aún no cabía en la idea, y sus papeles
ya habían sido envíados a la nueva escuela. Ni bien llegara le mostrarían su
nuevo historial y le enseñarían las nuevas reglas del instituto. No paso ni una
semana y tuvo que despedirse de sus amigos, también tuvo que mudarse a un
apartamento y esa fue la peor parte, ya que el su nuevo hogar de aprendizaje
estaba muy lejos.
Pronto entró en el colegio y estaba algo
nerviosa por si conseguiría llevarse bien con las nuevas chicas, todas parecían
muy buenas con ellas, sobretodo un jóven, que no dejaba de aparecerse a cada
rato y la invitaba a salir. Para Yumi era díficil decirle que no, pero pese a
que no llamaba ni una pizca de su atención, le decía que no.
Había varios jovenes pero siempre obtenía
ayuda de uno, y justo cuando más lo necesitaba.
-Yo no sé que haría si no hubiera
confundido tu libro con el mío—río con inocencia.
-Jaja, bueno, es igual, gracias a ti he
podido aprenderme bien estas estadísticas matemáticas.
Yumi conseguía relacionarse con buenas
personas, y tenía un buen círculo social, todo parcía ir bien pero sus estudios
iban cada vez peor.
-¡No puedo creerlo si la semana pasada me
salía perfecto!—, rebuscó y encontró una hoja con dos ejercicios exactamente
iguales, uno a boligrafo y uno a lapíz—. O es que, yo solamente copie el
ejemplo—, suspiró largamente tomándose el rostro entre sus manos—, odio
esto—arrojó las hojas al suelo con ira.
Volvió a clases como todas las tardes pero
la puerta no cedía, miró su reloj de muñeca y notó que llegaba cinco minutos
tarde, entonces ya no podía acceder^. Con rabia pateó abruptamente la puerta y
esta cedió, pero había ocacionado un gran ruido, a lo que su profesor la miro
con desaprobación.
-¿¡Qué!?
Estaba harta de ese tipo de cosas,
últimamente todo se había vuelto tan molesto y realmente no importaba cuanto
esfuerzo ponía, todo iba por la borda a la primera.
Su profesor no le dijo nada pero ella no
entró, se quedó dando vueltas por la cafetería, estaba plácidamente bebiendo
algo cuando se acerca uno de sus preceptores con cara de pocos amigos.
-¡Yumi! Luego quiero que te pases por la
dirección, tenemos que hablar muy seriamente.
No dijo nada más y siguió caminando.
A pesar de todo, era la primera vez que iba
a parar a la dirección y es que el destino no le tenía nada bueno en aquella
ocación.
-¡Quiero ver notas mejores o tendrás que
regresar a tu antigua escuela!
-Pero-
-¡Seishun Gakuen esta listo para recibir
este tipo de calificaciones pero aquí no hacemos esa excepción!—Yumi miró
arrojó su mirada al piso como si este le diera compasión—¡Vuelva a subir sus
calificaciones o no tendremos otra opción de la cual ya se ha dicho desde el
primer día que llegó aquí!
-¡No! ¡oiga bien! ¡desde hace una semana he
estado luchando contra esta mala suerte, es todo, no es que sea una mala alumna!
La chica salió huyendo luego de haber
soltado aquello que parecía una bomba que no podía pararse y desde ahi ya nada
podía hacer, ya había dicho todo. Estaba segura de que seguramente debía juntar
sus cosas para volver a casa, ya que de seguro luego de un gran escándalo no la
dejarían seguir en aquel instituto.
Se sentó en un escalon donde aquella
creación arquitectónica dirigía al tercer piso,estaba deseando ser comida de
tiburones terrestres, pero ante eso se sermoneó mentalmente, no era momento de
hacer bromas.
Pensaba en qué iba a decirle a su madre,
cómo sus amigos iban a tomar eso de que no había logrado ir bien el primer
trimestreº y es que ni siquiera había podido terminarlo. Otra vez la
frustración llego a sus manos y esta a su rostro.
Decidió volver al departamente, la fría
tarde hacía muestras de que el sol ya se escondía y daba espacio para poder
esta vez brillar la luna. Estaba segura de que alguien venía detrás, y como lo
persivió así fue, pero era una pareja de estudiantes, una magnífica imágen de
lo que puede llegar a ser ciclo escolar en una de esas tardes.
Entró al departamente y se echó en el
sillón, miro su celular y vió que tenía muchas invitaciones para ir a algún
lado, pero ya era demasiado y debía concentrarse en sus estudios. O debía pedir
disculpas o simplemente empacar, optó por la segunda. Cómo no hacía mucho que
estaba allí, no le tomaría tanto tiempo pero solo pudo manternerse una hora
guardando cosas. Luego se fue a dormir.
Al otro día ya estaba en la puerta de la
dirección, por la mañana tenía una llamada perdida de su preceptor,
probablemente le avisarían que tenía que partir en cualquier momento. Como no
pasaba nada se sentó a los pies de la escalera de nuevo, el sonido de unos
pasos como el del día anterior hizo que sus ojos rodasen un poco para otro
lado, pero volvieron a su lugar cuando sintió a alguien hacerle compañía.
Aunque aquellos pasos parecían iguales que
el del día anterior no se había animado a voltearse.
Yumi tan solo se quedo viendo aquellos ojos
negros y de semblante amable.
-Eres tú—dijo.
-Si, ayer me enteré de lo que te pasó—,
habló aquel quien la ayudaba bastante.
-Si—bajo la cabeza—, todo mundo debe
saberlo—largó con resignación tirando un suspiro—, de seguro van a echarme.
-No, ya hablé con el preceptor y el
director—, contó calmadamente.
-¿Qué?
-Si, no te lo mereces, apenas vas comenzando
aquí—sonrió—,después de todo—miró hacia otro lado para volver la vista a Yumi
mientras decía:—. Recuerda que yo te prometí volver para esta temporada—volvió
a sonreírle pero de una manera más animada.
-¿Ah?—salió de su boca, estaba totalmente
sorprendida.
-¿No me recuerdas?
Yumi viró la cabeza hacia adelante, estaba
repasando recuerdos y entre esos encontró algo muy importante. Volvió a ver a
su compañero de clases.
-¿Eres tu... Yuto?—parpadeó varias veces
para ver si era real.
-Aja—y asintió.
A Yumi de alguna manera le había vuelto el
alma al cuerpo, a pesar de tantos años, siempre lograba recordarlo. Pese a que
era su único amigo de infancia y era quien la defendía contantemente y si ella
se encontraba llorando, Yuto rapidamente hacía algo para que sonriese de nuevo.
-No sabía que estudiabas aquí—ahora ya
podría hablar mas amenamente con él.
-Si, mi tío es el director, además, ahora
podemos volver a los viejos tiempos—se levantó e hizo ademán de que lo
siguiera—. Vamos tenemos mucho que estudiar, y debes mejorar tus notas.
-Yo no sé cómo le haces pero todo te sale
bien—como si fuera una lástima lo dijo.
-No hables así, luego te acompañaré a casa,
no puedo dejar que vayas sola, es un trecho muy largo.
La joven se detuvo a verlo con cara de
“¿eras tú?”
-Si así es. Nada ha cambiado, he vuelto y
voy a estar al pendiente de tí.
Hablo como si fuera su tutor mientras
continuaba caminando. Yumi se dejo llevar, podría decir algo pero lo dejaría
así, más aún cuando sintió la mano de Nakajima entrelazar la una con la otra.
Ese año su ciclo escolar sería diferente, más bien dicho, magnífico.
Bueno hasta aqui llego e.é no se pierdan el especial de navidad que viene con "sorpresas" >:3!! muchas gracias por leer y gracias por tu amistad bonita! Se la quiere mucho!!! >W<)/
ByeBye~
Yuto si que es duro para editar!