martes, 18 de octubre de 2011

Un Camino que Tomar [Yabutaro, Daitaro] [3/4]

Autor: Midori♥
Pareja: Daitaro y Yabutaro
Género: shonen ai
Advertencia: nada, leer bajo su propio riesgo xD
Aclaración: Aaah nada, cuidado de no llorar xD
Capítulos Anteriores: ♥1 ; ♥2

Hola!! estoy de paso^^mentira xD recién salido del horno el tercer cap!!!! así es, se estiró y habrá otro cap final, no se como pero me las arreglaré con el último cap^^ estaba por publicarlo y decidí echarle un vistazo, así que lo pude alargar un poquito y corregir pequeñeses :L muy bien, siento haber tardado tanto, así que culpenme si desean x.x  Douzo~

Dedicado a : Yumi y Tsuki

Un Camino que Tomar
Capítulo 3: Un Millón de Lágrimas

Regresé a clases no muy contento, pero hice lo mejor posible para aparentar estar bien, Daiki no me soltó en ningún momento, su agarre era terco, pero no podía hacer nada, estaba acorralado, tenía tanto en que pensar.

Mi pequeño corazón sentía un gran lazo por esos dos, pero eran tan fuertes que no resistiría por mucho… solo tenía… un camino que tomar.

Tome asiento y mi vista se fijó en la ventana, unas hermosas rosas rojas acumuladas en un sitio formando un corazón había en el patio. No pude evitarlo sonreír, una sonrisa que desbordaba mis sentidos, yo sabía de quien se trataba. Un chico me hacía señas, era quien pensaba. Use como excusa que estaba ayudando en la biblioteca y no me dio tiempo de ir al baño y me dejaron salir.

A toda carrera bajé los escalones de una de las esquinas del lugar, aunque había un camino más corto yo tenía que evitar que Daiki me viera. Una vez llegué al primer piso brinqué hasta la puerta y seguí corriendo hasta que lo ví, me vio y me sonrió complacido.

-¡Yabu sempai!

Lo abracé con todas mis fuerzas, lo quería, como lo quería. Me besó la frente y apoyo su frente con la mía, rasgo característico y propio de él, rompió con la distancia que manteníamos y me besó, su caricia en mi cabello me hizo sentir tan bien, que al acabar el beso aún seguía con los ojos cerrados, los abrí y me miraba algo maravillado.

-No se cómo pude estar sin ti—, sus ojos se fijaron en los míos mientras se daba tiempo para seguir, se en serio—. Sabía que estarías mirando por la ventana—no podía creerlo—desde que te conocí, distraerte con el afuera ha sido algo tan… tuyo, eso me sirvió.

Yo solo volví a sonreírle mientras seguía prendido de su cuello y aproveché para cortar la cercanía que nos separaba arrebatándole un beso de aquellos carnosos y sensuales labios.

-Mmh, ricos y suaves—rió mientras tocaba mi cabello enredando sus dedos.

Por un momento estaba ansioso, quería mostrarle la mejor de mis sonrisas para que supiera cuánto lo amaba, yo lo amaba… no puedo negarlo. Pero al otro momento dejé a un lado la smile para mostrar una parte de mi verdadero yo, sentía que él era mi única fiable pareja, Daiki había perdido ese lugar.

Mi rostro se había puesto pálido y mi expresión era bastante mala, sople con la nariz para adentro y carraspeé mi garganta para limpiarla y sin decir nada, Yabu volvió a enrollarme con su brazos escondiendo mi rostro en su pecho… comencé a llorar.

-Ryu-chan, mírame—su mano mantenía mi mejilla, me tomó la barbilla y la levantó—, no permitiré que Daiki nos separé, ¿está bien?

No, no estaba bien, lo estaba pero, tenía que hacer algo si o si, no podía mantener más una mentira de esa magnitud… no cuando amaba a otra persona, o a dos.

Asentí secando mis lágrimas y volví a esconderme en su pecho, deseaba que la tierra se abriese y me tragase en ese mismo instante, aunque sus caricias a mi cabeza eran de lo más sinceras posibles no lo merecía, la idea se me había hecho un gran bulto en la cabeza que decidí quitar su mano.

-Debo regresar o sospecharán—dije lamentando.

-Esta bien, asegúrate de comer bien y acostarte temprano, te veo mañana—, cautivadora sonrisa, para a alguien que no lo merece…

Me alejé un poco más motivado, mi siguiente paso era, cómo iba a decirle a Daiki la verdad, o en realidad, cómo iba a cortar a Yabu, ¿qué debía hacer? Me mordí el labio inferior en muestra de rabia y molestia.

-No te hagas daño mi precioso niño—Dai ya estaba frente a mí y ya era hora de irnos—, te llevo la mochila, te noto muy distraído hoy—, se veía normal, eso demostraba que no sabía nada, suspiré—, ¿examen?

-No, es solo que estoy algo cansado—ni siquiera lo veía, miraba la ventana y estiraba mis brazos.

-Quizá esto te despierte.

Lo vi y se veía ansioso, parecía ser que algo me esperaba, entonces sacó del bolsillo de su mochila un pequeño osito plano como los llaveros de que habían hecho los chicos de Nobuta Wo produce, pero este era rojo con el borde negro y el osito sonreía en forma de “:3”.

Qué debía… ¿Cómo tenía que reaccionar ante eso?

Hora de fingir… con Yabu me salía perfecto, con Daiki también podría funcionar.

-¡Dai-chan! ¡Me encanta!—lo abracé por inercia.

Si, lo necesitaba y lo hice por afecto, eso si no había sido fingido, aah Dai-chan~ a ti tampoco te merezco.

-¿Te gusta? Lo compré para los celulares, pensé que sería lindo tener para pensar en el otro, ¿no crees?

-Que lindo es Daiki—me besó la mejilla como agradeciendo ese pequeño gesto.

Continuó mimándome hasta la salida cuando me tomó la mano y emprendimos el camino a casa, al menos había logrado relajarme y podía apreciar su compañía sin fingir nada.

Conforme caminábamos mi cabeza se atrofiaba intentando buscar algún tema en general para hablar, pero nada salía, la desesperación era muy pesada, se estaba volviendo mi peor enemigo aquella traición, y esa emoción de mentirle al otro se iba transformando en un sentimiento, pronto no podría más.

Cuando pensé que no podía ser peor a lo lejos vislumbré a una persona muy, demasiado, similar para mi gusto, ¡era Yabu!, había olvidado decirle que no podría acompañarlo, no recordaba la nota que me había dejado, más bien ahora si pero… demasiado tarde.

-¿¡Qué haces tú aquí!?—la sonora voz de Daiki me asustó y lo miré en señal de desaprobación por eso.

-Estoy haciendo mi trabajo escolar—, respondió mientras lo observaba de una manera tajante.

Yo no sabía en donde poner mi cara, estaba tan disgustado conmigo mismo que la única manera de no acabar llorando en frente de ellos y desmayándome, era terminar con eso ya, aún así, no sabía con quien dejarme.

Si los dejo a los dos… no, no iba a salir perdiendo, ambos me importaban, aunque…

-Yo-

-Espérame Ryuu-chan ya regreso con la pala—dijo Daiki haciéndome callar. Aproveché para acercarme a Yabu.

-Yabu sempai—susurré.

-Ryuu-chan, no pudiste deshacerte de él ¿no es así?—, esa caricia que me hacía volar, ¿por qué tenía tanto poder en mí?

-¡NO LO TOQUES!

Nos vio, pero cómo…

-¡TE DIJE QUE TE ALEJARAS DE ÉL!

Yabu voló contra la pared de aquel terreno, escuché su golpe y juraría que se me estrujó el estómago ante tal acción de Daiki contra él y con eso, el ruido del golpe.

Me tapé los oídos…

-¡Nadie me obliga a hacer algo que no quiera!

Igual podía oírlo todo.

No le costó nada, pues era más alto, lo agarró de los hombros y lo empujó contra la otra pared, pude ver el rostro de Daiki volverse molesto por el dolor. Comienzo a llorar. Por último se fue contra el más bajo para propinarlo varios puños y cuando sus manos rodean su cuello no pude evitar moverme.

Si continuaba paralizado habría sido muy lamentable.

-¡DETENTE!—me puse sobre su espalda y lo jalé, a duras penas lo quité de Arioka y abracé al menor, mire con tristeza a Yabu—, ¡vete de aquí, no quiero volver a verte nunca!

Eso había sonado doloroso, me imagino el corazón de Yabu volverse escombros, rompiéndose de un momento a otro, desmoronando todo lo que había construido, y ahí, perdía yo, por que… él me había contado que yo vivía dentro de el mismo.

Kou-chan se paro y se dio media vuelta de manera lenta, comenzó a caminar cada vez más rápido, lo último que pude ver de su figura fue que corría. Estaba pensando si ir o no por él, pero no podía abandonar a Daiki quien había perdido la conciencia, por lo tanto seguía arrodillado con él en el piso y llorando desconsoladamente.

Me puse en frente de Daiki e intenté despertarlo, mis palabras salían tan lastimadas, como si la golpiza que los dos se hubiesen dado me hubiera dolido a mí. Las saladas y tristes lágrimas mojaron la cara de Arioka y despertó.

-Ryuu-chan…

-Dai-chan, estás bien—sonreí—, siento por lo que hayas pasado.

-Por ti… lo haría de nuevo—otra vez sonrió para mí.

Su rostro estaba poniéndose morado, al menos en algunas partes, le ayudé a levantarse y coloqué su mano izquierda en mi hombro entonces así pudimos volver a su casa, que no había nadie, menos mal.

como si la golpiza que los dos se hubiesen dado me hubiera dolido a mí… y así era.

Una vez pude convencer a Daiki de quedarse en cama, volví al lugar del hecho para hacer su trabajo y el mío por consiguiente… ahí estaba Yabu.

Se volteó al sentir otra presencia, me miró afligido, yo lo imité por unos momentos sentí esa unión que ambos teníamos y creí que quizás podría comprender lo que había sucedido pero no, quitó la vista de mí y tomó su mochila. Entre eso descubrí sus ojos algo hinchados, pasó a mi lado sin verme y se retiró.

¿Podría todo eso haber sucedido?

Tal vez, solo quizás, todo había sido producto de mi enorme imaginación y desazón que percibía a través de todos mis sentidos en ese momento. Me giré y lo vi irse, era verdad maldita seas.

Aquel cariño, ¿qué había sucedido con aquel cariño que yo mismo le había brindado en la mañana cuando me regaló esa gigantesca flor para llamar mi atención? ¿Por qué tenía que tener ese resultado? ¿De verdad era el final? ¿Podría cambiarlo?

Cuando amas a alguien con tanta intensidad nada importa, haces lo impensable, lo imposible se apodera de ti y consigues estar con ella a como de lugar.

-¡Yabu espera!

Se detuvo un momento sin girarse, una vez oyó mis pasos corriendo tras de si empezó a trotar.

No por favor no me hagas esto, yo te quiero a ti.

-¡Yo te quiero a ti! ¡Yabu yo te quiero a ti!—salía de mi boca apenas, el aire era necesario al correr.

No me escuchó o no quiso creerme que no paró, pero yo tampoco, pero aquellos recuerdos.

-Por ti… lo haría de nuevo.

Me detuve en seco.

¿De verdad estaba haciendo lo correcto?

Volví a moverme, sentía que si no lo recuperaba jamás me lo perdonaría y es que aquel sentimiento de traición que me invadía hacía tanto mal en mí que mi cuerpo al cansarse se volvió algo frágil pues, me encontré en aquella esquina donde nos separa siempre, me dolía todo.

Había llegado la hora, cuál camino debía escoger.

Inmediatamente me empezaron a llegar todos los recuerdos vividos con ellos y no podía comprender por que uno muy fuerte se estiraba para el lado del otro, tal vez eso era el amor, y ahora Yabu había desaparecido, no sirvió de nada solo seguir parado.

Vuelvo a llorar, miles de gotas esparciéndose por el camino a casa de Daiki, llegué en nada de tiempo. Arioka estaba afuera.

-¿Qué te paso? Tardabas e iba por ti—apenas podía estar en pie, ¿tanto me amaba?

-Estaba Yabu—escuchó por mi parte de mi boca agitada.

-¿Te hizo algo verdad?—seguía enojado—, ya verá-

-No—interrumpí, bajé la cabeza—. La verdad es que… Daiki yo—lo miré a los ojos—, te he estado engañando con Yabu hace más de tres meses.

Creo que eso lo fulminó lo suficiente, se puso a llorar mientras decía que era un tonto y cómo no pudo sospechar nada, por último… me miró fijamente a los ojos.

-Tus ojos son oscuros y renegridos como tu corazón y tu conciencia… Morimoto Ryutaro—, acabó con voz temblorosa y tajante.

-Yo-

-Vete de aquí, y no regreses, ¡por que no volveré a pelear por ti!

¿Ya ves que por mí no lo harías de nuevo?

-Lo siento—segunda voz temblorosa en el aire y otras miles de lágrimas fluyendo por doquier.

No dije nada más y salí de inmediato de su vista, no podía concebir el continuar ahí mientras me miraba de esa forma tan correcta, pues si, yo era el traidor, estaba bien hecho, solo lamentaba una y mil millones de veces haberlo lastimado así, como lo pensé… No lo merecía.

Me aparté de su vista como quería y seguí caminando, el clima estaba volviéndose vertiginoso, parecía que la tormenta que había aparecido en solo minutos ya estaba sobre mí.

Era intenso, es decir, frío, mojado, duro y doloroso, aquellas gotas que ya caían sobre mi ropa, y es que me había detenido en el parque a descansar. Que día más terrible había vivido, quizá todo había terminado pero, quería intentarlo una vez más, recuperar aquello que tanto anhelaba, mi querido Yabu.

Me levanté del asiento el cual llevaba sentado por varios minutos, cerca de una hora y continué mi regreso a casa, recuerdo que al pararme comencé a temblar y la respiración costaba, la mezcla de sentimientos traicioneros otra vez estaba derrumbándome, que tristeza.

A duras conseguí moverme mientras el cielo seguí lloviendo sobre mí persona, una, dos… un millón de lágrimas celestiales me acompañaban, un millón de gotas me decían “no estás solo, yo lloro por ti” de tan solo mirar el cielo, podía contemplar el clima rugiente y desesperante, nada más seguí caminando… hasta llegar a casa.

Continuará



Digamos que valió la pena la espera xD a menos que hayan querido que sea el cap final xD
Bueno yo se que falta uno pero ahi veremos como Ryuu se las hace para recuperar al cabeza de nuez de Yabu LOL!! Arigatou por leer :D

Bye-chan~

3 comentarios:

  1. Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiii continuación al fin!!!, aunque sufrí un poco, ahora me da pena Daiki ToT

    Pobre Ryu y su gran decisión :(

    Awww Yabu sigue siendo tan tierno, pero a la vez sufre tanto u.u

    Quiero y quiero saber el final, se que voy tal vez voy a sufrir mas que con este cap

    Sigue así!!!! igual estaré ansiosa por la continuacion!!! *O*

    Cuidate, Bye~ :D

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  2. noooooooooooooooooooo...!!! poqe!??!?! pobre my ryu!!!...

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  3. Yumi~

    Siiiiiiiii lo siento D:
    Bueno,hasta a mi me da pena ahora el pinguinito T.T

    Pobreshito nuestro hamster .-.

    Yabu aww por que me saliste tan así >3< así también te pasan cosas malas mi niño :(

    Bueno sufras o no terminará de una vez por todas :D

    Ok así continuaré!! Espero y te guste entonces :D

    Cuidate gracias por comentar :D

    Bye-chan~



    Amis~

    Bueno tanto como en la vida real, en los fics tampoco se ganan T.T y esta es una historia que decidi compartirla por que amo escribir de ellos :3

    Gracias por el coment!

    Bye-chan~

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