Mi Primer Amor♥ [Nakataru] [Hey! Say! JUMP!] [AU]

Ohaio!! ha pasado días y semanas desde que recibí este pedido y por fin me ha llegado la inspiración para este fic :L como se nota que solo en esos "momentos" son los mejores para escribir algo 8: sin duda la inspiración es una gran maravilla cuando abunda su presencia :3 Y sin más digo que es un fic de Hey Say JUMP! mi primer fic de ellos *----* bueno voy a poner unos datos que servirán mejor para entender de que se trata.

Género: Shonen Ai (shonen ai no es yaoi, es más suave).
Pareja: Nakajima Yuto y Morimoto Ryutaro (debería ser "Nakataro" pero me gusta más con la "u").
Capítulos?: Único capítulo.
Advertencia: AU (universo alternartivo, donde puedo cambiar todo acerca de los personajes, como amigos, lugar en donde vive, situaciones etc).
IMPORTANTE: La palabra como Onii-chan quiere decir hermano mayor, y lo usan los niños pequeños con sus hermanos o a quienes quieren como su hermano mayor.  

Dedicado a: Yumi! al fin lo he podido lograr, espero te guste >w<

Bueno vamos al fic♥

Mi Primer Amor

Estaba tan cercano a mí como siempre, tome su mano y me miro sonriente, con toda esa inocencia que me traía tanta paz al verlo. Lo sujeté bien y bajamos las escaleras con sumo cuidado para que no se lastimara, ese niño a mi lado era… Morimoto Ryutaro, mi vecino… mi primer amor.

•••Fanfic Nakataru♥•••

Llegamos al final y como siempre ya en el piso yo, esperaba a que saltara directo a mi lado el último escalón que quedaba, y siempre sosteniendo su mano.

Aterrizó con su característica risita de infante y me miro para que riera también, y así lo hice, era lo que más deseaba, cumplir todos sus caprichos no importaba que fuese.

Una tarde de primavera nos acercábamos a casa, como siempre al salir de la escuela se reunía conmigo en la entrada del mismo, y de camino salió una de esas preguntas suyas que tanta emoción me traía en el corazón que, con gusto respondía. Su voz era dulce e infantil, inocente y cálida.

-Onii-chan no recuerdo por que me dijiste que siempre te esperara a la salida del colegio en la entrada pero dentro, antes del portón, ¿por qué eh?—me preguntó mientras volvíamos de la mano y envueltos del perfume de los cerezos que tanto había en nuestro trayecto, y atesorando de vez en cuando el atardecer.

-Recuerda que si te quedas del lado de afuera, te puede llevar un extraño—lo mire enseriado por decir aquello que solo resultaba la verdad.

-Aaaah—dejó salir sin antes un sonido sonoro de pánico—, por eso Onii-chan me protege diciéndome que lo esperé dentro de la escuela en realidad—se sonrió para sí sin mirarme.

Yo también sonreí solo para mí al voltear, sentía la emanación de su inocencia a nuestro alrededor y eso me llenaba de ternura por parte del menor, menor de dos años que yo, y eso que yo tenía ocho años, me sentía mayor aún. Pero de pronto me pidió algo que no le podía cumplir y eso que me juré a mi mismo hacer de todo lo que quisiese, en algo realidad.

-¿Quieres saber una cosa?

-¿Mm?

-Ayer estaba viendo Peter Pan, y desde entonces quise volar, pero mamá no me dejo hacerlo, pero yo se que tu si me dejarás por que siempre me ayudas con todo—yo abrí mis ojos como platos al oír eso y lo miré.

-Es cierto, pero tu mamá no quería que te lastimaras por que en realidad no puedes volar, no hasta que veas a campanita—traté de persuadirlo pero no resultó.

-Pero yo soñé con ella y me dijo que sí podía volar, que solo necesitaba intentar.

En ese momento empecé a creer que había tenido una pesadilla más que un sueño común y corriente por eso no dije nada.

-¿Acaso no me vas a hacer caso?

-Eso son puras historias, para que los niños jueguen y eso, pero no quiere decir que de verdad sea real—le expliqué con mucha calma y tan sonriente como acostumbraba con él. Unas lágrimas recorrieron por su fina piel.

-No debí decírtelo, si no me vas a ayudar, no quiero verte más—apresuró el paso.

-¡Espérame, te puedes encontrar a muchos extraños que quieran llevarte!—excusé.

Pero de todas maneras no quiso hacerme caso y siguió su camino, por lo que tuve que correr, y aunque estuviese a la par de sus pasos no me dejó tomarle la mano, y podía notar lo enojado que estaba escondiendo su mirada y limpiándose las lágrimas torpemente.

Tristemente ese día mi corazón se partió, y no pude seguir yendo con él a casa, así que me detuve y lo dejé seguir, lamentablemente no se detuvo. Lo seguí hasta la escalinata y mientras veía que bajaba solo prendiéndose de la baranda y con lentitud para no caer, no pude evitar llorar aún más.

-Morimoto-kun, yo solo… —eché susurrando, pero como no me oyó, o más bien no sabía qué decir e hice un intento inútil, me alejé del lugar.

Necesitaba pensar y respirar libremente sin sentirme presionado, quería llorar y sentirme mal, no entendía como se había dado cuenta de que siempre lo mimaba. Si su madre no le dejaba comer dulces, yo siempre llevaba conmigo unos caramelos con sabor a naranja y banana en los bolsillos para que los comiera en secreto. Si su padre le negaba salir a jugar ya por la noche en verano, yo me iba hasta su ventana para sacarlo silenciosamente, luego jugábamos a mojarnos en mi patio trasero cuando ya todos dormían, y me aseguraba de dejarlo en casa antes del amanecer.

-¿Todo eso se termina aquí mismo?—dije pensativo en cuanto a la situación en que me hallaba, olí mi ropa, mis mangas contenían su perfume—Mori-chan, yo cada día te quiero más, y me duele que nos peleemos por algo sin sentido, de verdad que quisiera poder abrazarte ahora—lo solté al fin y me sequé las lágrimas de la cara.

Mirando mi reloj me había dado cuenta de que ya era de noche y muy noche la verdad, recorrer un largo camino solo me había llevado junto a un lago que me gustaba visitar de vez en cuando con el pequeño, lo cual ya veía algo ya imposible para futuros.

Volví a casa con pasos nada apresurados y me tomó unos 55 minutos, el lugar era lejos y estaba ya muy cansado, solo esperaba llegar a casa y poder acostarme por que comer no podía, había digerido mucho malestar desde entonces y no quería nada.

Bajé las escaleras a la parte inferior del lugar y como mi casa quedaba a metros de éste, encontré a mi vecina (la madre de Ryutaro) hablando con mi madre y parecía muy preocupada.

-¡¿Yuto dónde estabas?!—me interrogó mamá preocupada—¡te estaba buscando, y Ryutaro también se hallaba preocupadísimo!

-¿Eh?—me salió del alma no muy sonoro que digamos.

-Ahora ya esta durmiendo, más bien es lo que intenta—prosiguió.

-¿”Intenta”?

-Parece que no puede dormir sin saber qué te ha pasado a ti, dice que se siente mal por haberte pedido algo que no podías—, aquello que dijo su madre me robó una sonrisa—. Seguro que quería volar, y yo no lo deje, y ahora ha comprendido que es imposible así que, lamento si te hizo sentir mal perdiendo el tiempo.

-No es nada, de verdad, me gustaría verlo.

Me dirigí a su casa y entré sintiéndome dueño de toda la alegría que solo yo podía darle en esos momentos, pero aún no sabía como reaccionaría, así que con paso firme y decidido abrí la puerta para luego entrar y ver a un llorón pequeñito que se abrazaba a la almohada. Me vio entrar y sus lágrimas pararon para enseñarme una hermosa sonrisa que lograba conmoverme cada vez más.

-¡Oniiiiii-chan! Tenía miedo—me abrazó—, por que en el cuento los niños que andan solos por la calle son llevados por el Coco, además hay muchos extraños ahí—me miro inocentemente otra vez.

-No te preocupes, el Coco es solo un cuento más—temí que no me creyera.

-¿Como eso de que los chicos pueden volar?

-Si, exactamente, y no hablé con ningún extraño, así que he regresado sano y salvo—lo abracé, pero se soltó y me hizo sentar a su lado.

-Yuto-san… —llevó sus manos a mi rostró, palpó mis lagrimas secas pero aún algo existentes, intentó secarlas pero ya casi estaban así, no movió sus manos de allí y me miro fijamente a los ojos—. Yuto-san ha estado llorando por mi culpa. Lo siento mucho Yuto-chan—comenzó a sollozar—, por pedirte… —no me resistí más y lo abracé nuevamente escondiéndolo en mi pecho.

-No llores, estoy feliz de que haya podido volver a tu lado—le susurré.

-Yuto-san, Onii-chan, bésame—me separé de él de inmediato y lo vi extrañamente.

-¿Qué cosa?

-No seas malo, no es algo ficticio—me exigió más con su mirada.

Se veía tan delicioso que lo habría devorado, pero no quería acabar esa inocencia que me podía aún más que los gritos de mi madre, por lo que apoye mi labios en su frente, y solté un beso que había sonado rico, me separé de él para ver su impacto. De nuevo llevó sus manos a mi cara, tocando mis mejillas, sonrió y dijo:

-Yuto-san.. es mi primer amor.

Sus palabras rebotaron dentro de mí con un fuerte toki doki a todo galope, pero yo solo esbocé mi mejor sonrisa—, tu también lo eres—dije y lo ayude a acomodarse para dormir. Esa noche fue mágica y había sido la mejor, realmente esa noche la belleza del amor rozó todo mi ser… y acabó en mi corazón.

 Fin♥

Bueno para mí, esta demasiado tierno, que me gusta pero no se como le caerá al lector x´3 pero espero me digas Yumi si así esta bien, y si te gustan o no los AU y los niños pequeños xD debo remarcar que quizá se me fue un poco la mano con la palabra "dulce" pero bueno es que viendo a Ryutaro quien no lo repite? *w*

Bueno fue hecho con gusto y debo decir que creo que seguiré escribiendo sobre este par, que ya mismo me gusta tanto :´3 Bueno eso fue todo por hoy (creo), hasta otra...

Bye-chan~ Kon~Kon~